Las tribus locales han pescado durante muchos años en los ríos salvajes y las grandes cascadas de Oregon, como en Celilo Falls, ahora sumergidas, en el poderoso río Columbia. Grabaron petroglifos en cañones como los de Picture Rock Pass y dejaron el calzado más viejo del mundo (un par de sandalias de 9,000 años de antigüedad) en Fort Rock. Orgullosos descendientes de aquellos primeros pobladores constituyen las nueve tribus de Oregon reconocidas federalmente. Esta es su historia.

Celebre La Cultura Nativa De Oregon En Un Pow-Wow
Hay un lugar escondido en la costa de Oregon, en lo alto de una colina bordeada de árboles y el río Siletz corriendo por debajo, lejos del ruido de los automóviles. Si tiene suerte, puede ver águilas o halcones en el cielo y sentir la energía de esta pieza sagrada de tierra tribal.
Una vez al año, los visitantes están invitados al parque Pauline Ricks Memorial Pow-Wow Grounds en Government Hill, Siletz, a medio camino entre Lincoln City y Newport, alrededor de 10 millas (16 km) tierra adentro, para el evento anual Nesika Illahee Pow-Wow (usualmente celebrado en el mes de agosto). La tribu Siletz, la cual tiene su sede central en Siletz y administra el Chinook Winds Casino Resort en Lincoln City, presenta el evento como una celebración de la cultura nativa estadounidense para toda la familia.

Las Hermanas Brigham Continuan con la Tradición Familiar
Terrie Brigham asiente mientras dirige la mirada a una colección de fotografías en blanco y negro, colgadas cuidadosamente en las paredes del Brigham Fish Market: hay una foto de su abuelo materno, con red de pesca en mano, haciendo equilibrio sobre un torrente de agua blanca; otra de su papá, su tío y su abuelo paterno posando con la pesca del día: un esturión de 5 pies (1.5 m); una amplia toma de las famosas cataratas Celilo en el río Columbia, donde su abuelo solía pescar antes de que se construyera la presa Dalles.
En otra pared, hay una fotografía más nueva, a color, de dos pequeñas niñas con colitas, sonriendo entre una pila de redes, y un esturión que las hace ver más pequeñas a las dos. “Sí, esas somos mi hermana y yo”, dice Terrie, luciendo la misma sonrisa sencilla y ojos risueños capturados en la foto.