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Terrie Brigham asiente mientras dirige la mirada a una colección de fotografías en blanco y negro, colgadas cuidadosamente en las paredes del Brigham Fish Market: hay una foto de su abuelo materno, con red de pesca en mano, haciendo equilibrio sobre un torrente de agua blanca; otra de su papá, su tío y su abuelo paterno posando con la pesca del día: un esturión de 5 pies (1.5 m); una amplia toma de las famosas cataratas Celilo en el río Columbia, donde su abuelo solía pescar antes de que se construyera la presa Dalles.
En otra pared, hay una fotografía más nueva, a color, de dos pequeñas niñas con colitas, sonriendo entre una pila de redes, y un esturión que las hace ver más pequeñas a las dos. “Sí, esas somos mi hermana y yo”, dice Terrie, luciendo la misma sonrisa sencilla y ojos risueños capturados en la foto.

Desde el 2014, Terrie y su hermana, Kim Brigham-Campbell, miembros de las Tribus Confederadas de la Reserva India de Umatilla, han compartido con el público su tradición familiar de varias generaciones. Ellas abrieron el mercado de pescado en Cascade Locks, su ciudad natal a la orilla del río Columbia, 40 millas (64 km) al este de Portland. El mercado se especializa en pescado silvestre capturado por nativos en el río Columbia: salmón de primavera y esturión en primavera; Chinook de verano, salmón rojo y trucha cabeza de acero en verano, y Chinook de otoño, salmón plateado y trucha cabeza de acero en otoño. La familia Brigham, a menudo Kim y Terrie, lo capturan todo.
Cualquier día puede ver el trabajo de la familia expuesto en una gruesa cama de hielo molido en el gran exhibidor de cristal del mercado. Sus ojos inmediatamente se clavarán en las bandejas con gordos filetes de Chinook de primavera, recién salidos del ahumador en la parte trasera de la tienda, junto con los filetes de esturión, el esturión ahumado, los filetes de trucha de cabeza de acero, la crema de salmón y los frascos de deliciosa salsa de salmón casera. Para brindar una gran variedad a sus clientes, el mercado también trae mariscos frescos del noroeste, como fletán (conocido también como halibut o pez mantequilla) y vieiras (callo de hacha) de fuentes regionales.

“Más fresco, imposible”, comenta Terrie, señalando que los “malachos” (un tipo de salmón) llegaron hace unas cuantas horas, pescados cerca de Cascade Locks. “A las personas les gusta saber de dónde viene su comida y les gusta que haya una historia detrás de ella”.
La historia es mucho trabajo duro. Las hermanas, sus cónyuges, su familia extendida y sus hijos, que cada vez son más, lo hacen todo: pescar, limpiar, filetear, ahumar, vender a cuatro restaurantes del área, trabajar con fábricas de enlatados y gestionar las operaciones diarias de la tienda. La familia tiene una clientela fiel, “clientes regulares que han venido con nosotras durante años”, explica Kim, quien compraba el pescado directamente en los muelles de Cascade Locks. En el mercado, los visitantes pueden llevar a casa filetes o el pescado entero. Ellas sellarán al vacío cualquier elección o incluso lo pueden condimentar al gusto y empacarlo en aluminio. “¡Listo para la parrilla!”, dice Terrie.
“La mejor parte es poder ofrecer un salmón muy fresco y saber de dónde vino”, señala Kim, quien es dueña del negocio junto con su esposo, James. “Pescamos a diario, llevamos el pescado al mercado, lo fileteamos y lo ofrecemos a nuestros clientes”.

Dependiendo de la temporada y las condiciones, la pesca del día puede venir de la pesca manual de Kim, de alguno de los muelles de la familia o de Terrie, que cría peces en el río Columbia y los pesca con redes agalleras. El día comienza a las 5 am, preparando las herramientas y zarpando a un lugar cerca o, en los meses de invierno, navegando hasta 120 millas (193 km) al este, hacia antiguos lugares de pesca de la familia, cerca de Boardman. Con frecuencia, Terrie pesca junto con su padre, Robert Brigham.
“Esa es mi parte favorita: pescar con mi papá”, afirma Terrie. Incluso con el infame viento y el rango de condiciones climáticas de Gorge, “aprecio mucho poder salir al río con él. Lo es todo para mí”.
“Pescar en el Columbia siempre ha sido un estilo de vida”, agrega Kim. “Crecí pescando en los muelles. Es lo que pagó mi ropa para la escuela, es lo que me dio mi ética de trabajo duro. Puedo comer el salmón, la primera comida de nuestra gente, qué gran honor. Soy muy afortunada por tener mi vida como nativa”.

Durante años, el mercado ha estado anclado a la vibrante Wa Na Pa Street, la calle principal de Cascade Locks. Esculturas de pescados de acero y canastas rebosantes de flores adornan la fachada de piedra y madera del mercado, y un área de patio invita a los clientes a quedarse y disfrutar el almuerzo con una vista del río Columbia y al río Gorge enmarcado por abetos.
Para las Tribus Confederadas de Umatilla, el mercado conserva y transmite el lugar honorífico que tiene el salmón en las vidas de las personas del río Columbia. “No sé si el hecho de que la tienda sea de personas nativas sea importante para nuestros clientes”, comenta Terrie, “pero es importante para nosotras”. Como mujeres trabajadoras que cargan con el legado familiar, Kim y Terrie se ven tan orgullosas y felices como esas pequeñas niñas con colitas.